Según Marcos Takanohashi, vicepresidente senior de ventas para América Latina de CommScope: ‘La pandemia nos ha traído múltiples desafíos, incluida la búsqueda de soluciones para satisfacer la demanda de 1 a 2 años en unas pocas semanas’.
Y agregó: ‘Trabajamos con nuestros clientes para incrementar la capacidad de la red en un 30%, 40% e incluso más en algunos casos, con el objetivo de mantener estables las redes de acceso de banda ancha, que se han vuelto aún más imprescindibles con el efecto de la declaración de cuarentena en las ciudades. Como resultado, el usuario habitual de banda ancha observó una interrupción mínima en la calidad del servicio, a pesar de que el tráfico ha aumentado, en un lapso de semanas lo que se había proyectado crecer en 1 o 2 años’.
Takanohashi agregó: ‘No hay forma de que una empresa realice, en semanas, inversiones de capital previamente proyectadas para 1 o 2 años. Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros clientes, en toda América Latina, para buscar y habilitar soluciones comerciales que nos permitan mantener la calidad de los servicios, evitando interrupciones inminentes con la repentina explosión del tráfico de banda ancha. La agilidad para actuar en las redes sólo fue posible gracias a la gran robustez y flexibilidad de las soluciones que brindamos.
Toda la industria sufrió durante este año, especialmente en la primera mitad del año. Es natural, porque ante una situación tan insólita como la que nos encontramos, se aplazaron muchas inversiones’.
Sobre la segunda mitad del año, el ejecutivo dijo: ‘Se reanudaron muchos proyectos y se revisaron muchos otros. Después de todo, la «nueva normalidad» no indica disminuciones en el tráfico de la red, o menor necesidad de conectividad, ya sea fija o móvil, por parte de los consumidores.
Para satisfacer esta demanda, hay mucho trabajo en la red y en los equipos dentro de la casa, áreas en las que operamos con nuestro amplio portafolio’.