Luis Gustavo Ovalles, presidente de ASOTEL, dialogó con Prensario y mencionó cual es la situación actual de la asociación.
‘El Producto Interno Bruto venezolano ha mantenido un ritmo de contracción acelerado, que desde al año 2013 al 2019, significó un decrecimiento acumulado de nuestra economía de aproximadamente 71%, es decir, nos redujimos económicamente a menos de la tercera parte de lo que éramos en 2013.
Para finales de 2020, según el FMI y la CEPAL se estimó una caída adicional del PIB aproximada del 17%. Las anteriores cifras reportadas por reconocidos organismos económicos extranjeros, que reflejan claramente la situación desde el punto de vista macroeconómico, en términos reales se traducen en un abrupto deterioro del poder adquisitivo del trabajador venezolano, quien en la actualidad se sitúa en un salario mínimo nacional, integral, equivalente a la fecha a 1,33 USD/MES.
El poder adquisitivo “pulverizado” del venezolano ha impactado muy negativamente el volumen de clientes en la TV por suscripción porque aún cuando nuestras tarifas son las más bajas de la región en muchos casos son impagables para muchas familias. Se estima una disminución de la cartera neta entre un 30% y 50%.
Sin embargo, ante los altos costos de otras opciones de entretenimiento, la televisión ha tomado el lugar No. 1 en las posibilidades de distracción y esparcimiento de un grupo importante de familias que todavía pueden pagar la mensualidad.
Con motivo del Covid-19, el 13 de marzo de 2020 el gobierno venezolano decretó el “Estado de Alarma Nacional” estableciendo cuarentena en todo el territorio y en consecuencia suspensión de gran parte de las actividades. Las telecomunicaciones, así como todos los servicios públicos fueron declarados como prioritarios por lo tanto se nos permitió continuar operando nuestros sistemas.
Tal situación provocó en forma inmediata cambios en los hábitos hogareños de las familias para la adaptación a una nueva forma de llevar el día a día, ocasionando esa circunstancia que lo antes afirmado en relación a que la televisión había tomado el lugar No. 1 en las opciones de entretenimiento, se transformó en algo de mayor trascendencia: una “necesidad” prioritaria en los hogares. En lo que respecta a nuestras empresas, tuvimos que generar cambios inmediatos para implementar nuevas modalidades de atención a los suscriptores.
En Venezuela se maneja un alto volumen de transacciones en divisas, fundamentalmente en dólares, o ancladas a su valor sin que exista una dolarización en el país, pero que ante las altas tasas inflacionarias los actores económicos se han refugiado en esos mecanismos para proteger el valor de sus inventarios y/o ingresos.
Estiman los analistas económicos que el volumen de transacciones en divisas está actualmente en el orden del 65%. Regulatoriamente nuestro sector está impedido de emplear las modalidades antes citadas, es decir, cobrar en divisas o en bolívares equivalentes. Esto ha constituido uno de los grandes obstáculos para la preservación de los flujos de caja y en consecuencia la posibilidad de avanzar a un mejor ritmo en cuanto a la incorporación de nuevas tecnologías.
No obstante la situación general del país, la fuerza de los hechos y los avances tecnológicos han comenzado a imponerse. Tal es el caso de un grupo representativos de operadores que iniciaron desde finales del 2020 a desarrollar redes FTTH en las principales ciudades de Venezuela.
Estamos presionados por los programadores en búsqueda de la nivelación de sus tarifas, probablemente guiados por un “espejismo” ocasionado por una falsa percepción de recuperación económica medida a través de ese circulante de dólares que antes mencionaba, pero la realidad de la economía venezolana es la descrita al principio: una acelerada caída del PIB desde al año 2013 al 2019, redujo el tamaño de nuestra economía a menos de la tercera parte de lo que éramos en 2013 y para finales de 2020 una caída adicional del PIB de aproximadamente el 17%.
Ante la presión de los programadores hemos comenzado a manejar la opción de retirar señales, de hecho, muchos operadores no renovamos en diciembre pasado el contrato con una muy reconocida empresa, lo cual por supuesto lamentamos mucho, pero nos condujeron a tomar esa decisión’.