Alberto Vandenbossch y Raúl Malisani muestran la reciente innovación de Multicast, incorporando la EPG (guía en pantalla) en su plataforma de ISDB-T
Por Raúl Malisani, Director de Relaciones en Multicast SL y Presidente de Cablenet S.A
Conocido el convenio firmado entre los gobiernos de Brasil y Japón durante el segundo semestre de 2006 para la adopción del sistema digital de televisión abierta ISDB-Tb en América Latina, se activó en la región un fuerte interés por el tema. Sin embargo, fue recién en el año 2013 que se comenzaron a comercializar en Argentina los primeros televisores con sintonizador digital, para la recepción de TV digital de aire con esa norma.
Aunque el mencionado convenio no incluyó la norma ISDB para cable, conocida como ISDB-C, igualmente la adopción del estándar para televisión abierta, conocido en Argentina como TDA, resultó ser una gran oportunidad para que los sistemas de cable pudieran utilizarlo para ofrecer una grilla básica digital, que pudiera ser recepcionada directamente con el sintonizador digital de “Aire” del televisor, evitando así la necesidad de instalar un STB en cada televisor del usuario.
Desde entonces, algunos mitos y realidades se han venido tejiendo en relación con la configuración de estas grillas y algunas incompatibilidades surgidas con varias marcas y modelos de televisores, como consecuencia de la adaptación de esta norma de aire para el cable, sobre la cual no parece haber aún la suficiente experiencia en algunos fabricantes de los encoduladores digitales múltiples que se necesitan incorporar en los head-end de las empresas de cable, para poder emitirlas.
Más de ocho años de labor en conjunto con los fabricantes de estos encoduladores debimos dedicar para resolver las incompatibilidades existentes entre algunas de las plataformas de modulación ISDB (encoduladores) disponibles en el mercado, y las distintas marcas y modelos de televisores que en la región se comercializan., la mayoría de las mismas centradas en la imposibilidad de sintonizar y/o memorizar, parcial o totalmente los canales, más algunos inconvenientes con la reproducción de audio.
Luego de experimentar con distintas marcas y modelos de estos encoduladores, podemos concluir que la mayoría de los mismos presentan algún tipo de incompatibilidad, con más de una marca y modelo de televisores, las que en general pueden resolverse trabajando en conjunto con los fabricantes. La tarea es tediosa y se ve afectada por las diferencias horarias para poder hacerlo en línea y la complejidad que implica reproducir cada incompatibilidad, para luego enviárselas al fabricante y trabajar en su solución. Hasta hemos tenido que comprar un televisor en nuestro país y luego enviárselo al fabricante del encodulador para poder verificar y resolver la incompatibilidad.
Estas experiencias nos permitieron concluir, que estas incompatibilidades generadas por los encoduladores son en general inversamente proporcional a su costo. Es decir, que los más económicos presentan mayor cantidad de incompatibilidades, además tampoco admiten posibilidad de agregar EPG (guía en pantalla).
Descartamos que sea una solución adecuada colocar un sintonizador auxiliar en cada televisor, en primer lugar por el costo adicional que agrega, luego por la mayor carga de trabajo que su instalación implica para el área técnica y, por último y más crítico, la inestabilidad que estos sintonizadores tienen. Los que hemos podido probar no mantienen la sintonía ante cortes de energía y necesitan ser resintonizados toda vez que se realiza algún cambio en la grilla, porque no lo reconocen automáticamente como los sintonizadores de los televisores.
El siguiente ejemplo práctico ayuda a confirmar lo expresado: una empresa de cable con 1.000 abonados, cuyos usuarios tengan un promedio de dos televisores por hogar y el encodulador utilizado presente un 30% de incompatibilidades, requerirá instalar: 1.000 x 2 x 30% = 600 sintonizadores, con un costo estimado de 35 u$s cada uno, representará una inversión de 35 x 600 = 21.000 u$s. Importe muy superior a la diferencia de precio entre un encodulador económico y otro sin incompatibilidades.
Por lo expuesto, concluimos en que es una excelente innovación agregar en el cable una nueva grilla básica de televisión digital lineal, directa al televisor. Sin embargo, se requiere prestar suma atención antes de definir la tecnología a utilizar, pues una adopción equivocada generaría un efecto inverso al deseado, con el consecuente perjuicio económico y la degradación de la experiencia del usuario.