Por Miroslav Jeras, CTO, Pebble
Para las emisoras y las empresas de medios, la revolución digital ha significado enfrentarse a un sinfín de retos de compatibilidad e interconexión en todas las áreas. Sin embargo, la migración hacia los flujos de trabajo IP es posiblemente el ejemplo más apremiante, ya que la interoperabilidad se ha convertido en un factor clave a medida que las organizaciones buscan sustituir las redes de medios propietarias por flujos de trabajo agnósticos en cuanto a formato.
La interoperabilidad describe la capacidad de una aplicación o dispositivo para interactuar de forma significativa e intercambiar información con otra aplicación o dispositivo desarrollado por separado. Los flujos de trabajo interoperables permiten a las emisoras aprovechar los mejores recursos de las tecnologías de cada fabricante y, en un mundo ideal, combinarlos todas en un flujo de trabajo fluido, altamente personalizable y adaptable. La interoperabilidad también permite alcanzar los más altos niveles de flexibilidad y escalabilidad que las organizaciones necesitan para adaptarse al crecimiento futuro.
Sin embargo, uno de los problemas a los que se enfrentan los equipos de ingeniería de broadcast es que, parafraseando a Orwell, algunos dispositivos son creados más interoperables que otros. Todavía hay en el mercado muchos dispositivos de diferentes fabricantes que operan protocolos propietarios internamente con una capa interoperable para E/S externas. Desafortunadamente, estas implementaciones a menudo no son perfectas, e incluso un pequeño cambio puede generar una mayor complejidad, ya que hay que implementar soluciones alternativas para adaptarse a cualquier situación.
Lo cierto es que cuando se crea un flujo de trabajo que depende de la interoperabilidad entre múltiples proveedores, es decir, la mayoría de los flujos de trabajo modernos, los estándares y las mejores prácticas son la clave absoluta para su buen funcionamiento.
Hay dos estándares de la industria que ayudan a acelerar y simplificar las implementaciones de IP: el SMPTE ST 2110 (el conjunto de estándares SMPTE para enviar medios digitales a través de una red IP) y el conjunto de protocolos NMOS (Networked Media Open Specifications). NMOS ofrece una solución de plano de control abierta y fácil de usar que permite la interoperabilidad y la gestión de dispositivos de audio y video conectados por IP. Los protocolos también controlan la gestión de conexiones de dispositivos en una red, que es un problema que se ha vuelto mucho más complejo a medida que nos alejamos de los flujos de trabajo SDI.
A medida que el impulso hacia el IP continúa ganando ritmo, múltiples fabricantes, incluida Pebble, están trabajando con los protocolos SMPTE y NMOS para simplificar el establecimiento de flujos de trabajo nativos IP. Esto se hace asegurándose de que las soluciones y aplicaciones se desarrollen teniendo en cuenta estos protocolos y sus hojas de ruta futuras, ofreciendo así a las emisoras una interoperabilidad basada en estándares para sus instalaciones nuevas o actualizadas. Las nuevas soluciones basadas en estos protocolos responden a las necesidades de facilidad de uso, interoperabilidad y confiabilidad de toda la industria, al mismo tiempo que permiten la expansión de los sistemas IP a arquitecturas de red COTS más complejas.
Una cuestión que vale la pena señalar es que la interoperabilidad también requiere trabajar con sistemas heredados y actuales en el entorno híbrido de transición de hoy. Esto hace que el cumplimiento de los protocolos de la industria sea hoy un factor aún más importante que nunca. Por ejemplo, la capacidad de emular matrices basadas en índices o enrutadores heredados significa que cualquier E/S se puede conectar utilizando el protocolo general de enrutadores SW-P-08. Estos protocolos pueden sacarnos de apuros y ahorrar costos cuando se trata de diseñar flujos de trabajo.
La implementación sólida de estándares tiene un efecto beneficioso evidente en la nueva generación de instalaciones que también buscan implementar IP a través de la nube. La aceleración del interés en esta área es una consecuencia de la pandemia, y está siendo impulsada por los múltiples factores que hacen que las empresas no estén dispuestas a comprometerse con grandes instalaciones de infraestructura IP on-prem en el panorama actual, el deseo de implementar operaciones remotas como y donde sea necesario, y un reconocimiento cada vez mayor de las ventajas que pueden aportar los flujos de trabajo basados en la nube.
Como resultado final, tenemos una división marcada de enfoques en la industria actual cuando se trata de nuevas instalaciones. Por un lado, tenemos instalaciones totalmente basadas en IP que normalmente se implementaron antes de la pandemia; y, por otro, instalaciones igualmente nuevas con un enfoque más pragmático, donde probablemente veremos salas llenas de enrutadores en un lado y racks con equipos SDI en el otro. Y dada la actual inestabilidad global externa a la industria de broadcast, este período pragmático puede prolongarse todavía un tiempo.
Sin embargo, es importante para el futuro que la transición de un estado a otro sea lo más fluida posible. Nuevamente, aquí es donde un enfoque interoperable basado en estándares obtiene beneficios, brindando compatibilidad tanto hacia atrás como hacia el futuro, independientemente de la escala y el alcance de su organización, brindándole el espacio para crecer e incluso evolucionar en diferentes direcciones si es necesario. El futuro puede ser incierto, pero asegurarse de que todos sus dispositivos sean genuinamente interoperables es una de las mejores maneras posibles de hacer frente a lo que pueda venir.